Escritura salsera

Método de escritura manual en el que, en vez de lápices y bolígrafos se utilizan Ketchup (que no Katsup) y mostaza. A escribir de esa forma se aprende ya cuando comemos nuestra primera hamburguesa y vamos a echarle esos "adicientes mágicos". También, en el mundo de la escritura salsera, entra la mayonesa (cuando no está en bote de vidrio) y la salsa tártara.

De la serie artes del mundo:
Escritura salsera
Escritura salsera.JPG
Ejemplo de escritura salsera (luego vendida como obra de arte moderno)
Se practica desde... 1923
Practicantes típicos Saca cuartos
Técnicas básicas Salsas - ida de olla - desparramar salsas
Público objetivo Gafapastas, moderniquis y pirados.
Dificultad Para un niño de primaria
Nivel de frikismo Alto
Máximo exponente Andy Warhol


Historia

La escritura salsera nació en los años 20 en los Estados Unidos, pero no fue utilizada como tal hasta los años 50, cuando el negocio de las hamburgueserías era pujante. En 1957 John Vadarevicz, gran fabricante de botes de ketchup, queda en bancarrota y se dedica a escribir los carteles tipo "una halluda por fabor" con el ketchup. Eso triunfa, y la gente no hace más que engorrinar todo con ketchup. La cosa siguió bien hasta que el presidente Eisenhower tuvo que retirar unas chaquetas del mercado en las cuales, con ketchup, ponía: "Eisenhower, púdrete en el bower". Las chaquetas fueron quemadas.

Años más tarde, a Andy Warhol se le derrama la mostaza por el suelo, corta un trozo de parquet y lo vende al Museu d'arte Modelno de Villalpanar del Río. Cuando el museo ardió por causas desconocidas, la obra no puedo ser rescatada.

Ya en la actualidad, es muy común garabatear en nuestras hamburguesas haciendo cosas como: :-).

Alfabeto salsero

A partir de 1976, por el Real Decreto Mundial, se estableció un alfabeto salsero que constaba tan solo de vocales. He aquí una muestra hecha mediante manchurrones ketchup:

  muestra de la letra A de almáciga.

  aquí una muestra de la letra E eructo.

  y esto es una I de idiota.

  también hay una O de onomatopeya.

  y, ¡albricias!, una U de uralita.